16 abr 2008






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No sé si estar alegre o estar triste, ya no entiendo la voz sino el acento, ya no busco ni espero ni presiento: apenas sé que estoy. Que está. Qué existe. Pero cómo saber si es sólo un juego: neblina, soledad, engaño, fuego. ¿Es un juego? Pues bien, hay que jugarlo * aquél de la impaciencia y el latido y la fiebre y el grito y el gemido y el difícil momento del silencio. ~ J.P

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