Pasó hace dos días...
Nos habíamos visto por tres semanas
con el chico nuevo cuando me despertó
un mal sueño.

Lo cierto es que en verdad no sabía lo que
sucedía.
Al día siguiente busqué cuentas por pagar,
llamadas por responder y fechas de entrega
vencidas pero no habia olvidado ni cepillarme
los dientes.

Mi vida parecía estar en orden.

Pero la noche siguiente como despertador,
las pesadillas volvieron.

Entendí que estaba al borde de una crisis
existencial, una en la que ni siquiera la
imagen de esta temporada de Dolce & Gabanna
podía sacarme.

Y entonces descubrí que lo que estaba mal
era que por primera vez en mi vida tenía
una relación en la que absolutamente nada
estaba mal.

Es decir, es todo un mar de calma,
nada más mares tranquilos y horizontes
azules hasta donde podía ver.
Nos amamos, nos divertimos juntos,
concordamos. Se sentía raro.

Tal véz no estamos acostumbradas a
alguien que no usa la siempre seductora
represión.

El es tan cómodo y seguro que pareciera
estar saliendo mas con una mini van que
con un hombre...

Cuando las cosas se dan tan fáciles sospechamos...
Deben ponerse algo complicadas antes de que
las creamos reales?

Nos educan en la creencia de que el curso
del verdadero amor jamás corre suavemente?

Siempre tiene que haber obstaculos en el
segundo acto antes de que puedas vivir por
siempre felices en el tercero?

Pero que pasa cuando los obstáculos no estan ahi?

Significa eso que falta algo?

Necesitamos el drama para hacer que una relación funcione?

~ Carrie Bradshaw en Sex and The City